En el marco previo del Día del Marino Mercante compartimos, el origen profundo de una vocación que atraviesa nuestra historia.
Manuel Belgrano soñó con una Nación proyectada hacia el mar. En 1799 encendió una llama destinada a trascender generaciones: la formación de marinos conscientes de su responsabilidad y protagonistas de la soberanía argentina.
Esa llama fue, en distintos momentos de nuestra historia, atacada, silenciada o relegada. Sin embargo, jamás se extinguió. Persistió en cada cubierta, en cada guardia, en cada derrota trazada con orgullo y convicción.
En la actualidad no sólo recordamos a Belgrano, sino que reafirmamos su legado vivo. Porque una Marina Mercante fuerte no se construye sólo con barcos, sino con personas formadas, preparadas y conscientes de su rol en la soberanía nacional.
Manuel Belgrano – Fundador de la Escuela Nacional de Náutica
