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I.T.F. y la campaña contra las banderas de conveniencia

El Capitán Marcos R. Castro, en su condición de Presidente del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante y Vicepresidente de la I.T.F. por América Latina y Caribe, aprovechó -días pasados- la concurrida reunión del Consejo Directivo para concientizar a los profesionales asociados, acerca de la crisis internacional que afecta al sector marítimo, arengando a los presentes a solidarizarse con aquellos marinos extranjeros que se vean afectados por abandono de los buques que tripulan.

Casos como el del buque “Symphony I”, donde 31 marinos han sido afectados no solo económicamente, al no recibir sus salarios desde hace más de tres meses, sino también en su salud física y mental, debido a la falta de comida, agua y atención médica; sin posibilidades de bajar a tierra y quebrantados espiritualmente por la falta de comunicación con sus familiares, no han sido los primeros: desde hace casi año, 8 marinos embarcados en la draga de bandera ucraniana “Perekopskiy”, permanecen abandonados en puerto La Plata, sin salario ni repatriación posible en forma inmediata. En este caso también, el Centro de Capitanes en solidaridad con los tripulantes, donó calefactores eléctricos durante la época invernal.Tras la intervención de la oficina de ITF en Buenos Aires, 17 marinos del “Symphony I” fueron repatriados: el Primer Oficial (de nacionalidad griega) debido a problemas de salud, tres marinos rumanos y el resto filipinos. El Consulado de Liberia busca ahora, junto con funcionarios de Migraciones y de la Prefectura Naval, alguna solución para los restantes 14 tripulantes, que deben permanecer en el buque para dar cumplimiento a la obligación de mantener una dotación mínima para poder operar el buque mientras no se encuentre en un muelle.

Mientras el Simphony I, que se dirigía a buscar un cargamento de aceite de soja en el puerto santafecino de San Lorenzo, permanece en la denominada “zona de espera” de la rada del puerto de La Plata, algunos de los tripulantes empezaron por estas horas a sufrir las consecuencias del mal trance. Ayer, un médico tuvo que asistir a uno de los marinos. Acorde a conversaciones llevadas a cabo con el consulado de Filipinas, varios tripulantes están exigiendo su inmediato desembarco.

“Es una situación muy complicada y se necesita ayuda cuanto antes”, dijo el cura José Juan Cervantes, representante de Apostolado del Mar, que visitó el buque en dos ocasiones.

Arvin De León, cónsul filipino en el país, dijo: “Ya enviamos dos cargamentos con alimentos, pero se nos está haciendo demasiado costoso y ellos se están quedando sin provisiones”. “Esos muchachos están en muy malas condiciones, muy desalentados. Nosotros ya les hemos enviado 540 litros de agua mineral”, contó, por su parte, monseñor Néstor Vidal, delegado del Arzobispado de La Plata en Cáritas y de la Pastoral Social.

El inspector del Centro de Capitanes de Ultramar, Rodolfo Vidal, explicó que se trata de un “barco con bandera de conveniencia”, que utiliza tripulación y bandera de diferente nacionalidad de la de su propietario.

La Federación Internacional de Trabajadores de Transporte (ITF), a la que pertenece Vidal, ha denunciado en distintos foros internacionales este tipo de prácticas utilizadas para evadir impuestos y controles.

Según Vidal, el Simphony I sufrió una situación similar en julio pasado, en el puerto mexicano de Manzanillo.

Fuente: diario “La Nación” del 12-12-2008.