Viernes 29 de enero. Ayer llegamos a la Antártida, ya se develó el misterio, iniciando una sucesión de experiencias y emociones, que fueron renovándose cada minuto sin dar tregua.
Al terminar el día de dragados y tareas de muestreo, acompañadas de maniobras marineras con pescantes y aparejos, cenamos tranquilos.
Con una latitud de 63° sur es esperable que el sol salga a las tres y veinte de la “mañana”, aunque las condiciones meteorológicas reinantes y una nube llamada estrato cúmulo gris oscuro y bajo, no permitan observarlo.
Este tipo de hábito meteorológico local, no es impedimento para que un buque oceanográfico continúe con sus investigaciones fisicoquímicas, oceanográficas y biológicas. Cuando se está en estos archipiélagos del casquete polar, parece normal salir a navegar por el Mar de la Flota, de manera de arribar al estrecho de Garlache y continuar con los estudios ambientales…pero debe ser una cosa de locos.La visibilidad no era muy buena pero todo se estaba haciendo con normalidad, por ejemplo se observaba en la pantalla del radar, los ecos del Guardacostas Mantilla que siempre acompaña y varios hielos flotantes que derivan en el entorno del barco, como si formaran parte de la flota de investigación…Que un barco navegue escoltado por un “convoy” de témpanos, no es normal, es simplemente alucinante.
El rumbo del buque lo llevaba hacia el sudoeste hasta el archipiélago de Palmer, para luego navegar por el estrecho de Gilbert en las cercanías de la isla Trinidad.
De acuerdo a lo planificado se hizo una nueva detención en otro lugar del estrecho y comenzaron las tareas de rutina, pero allí aparecieron condiciones meteorológicas más autóctonas, sumándose en un gesto fraterno una llovizna fría, aunque no haría falta aclararlo dadas las coordenadas geográficas del lugar.
Un nuevo diseño de observación Austral, consistente en una “ventana indiscreta” vuelve a mostrar partes de la Isla Trinidad a estribor, estrenando un escenario teatral al que se le sumó nada menos que una ballena, coronando la jornada de estas maravillas polares, en ese sector del planeta comprendido entre el paralelo 60° Sur y los meridianos 74° y 25° Oeste.
Luego de saludar a la ballena, dábamos por concluida la tarde entrando al mundo relativo y calefaccionado del barco, cuando otra novedad polar hizo su arribo a la cubierta superior, consistente en una persistente nevada. De los nuevos tripulantes, hubo varios entusiastas que salieron al exterior a vivir e inaugurar esta experiencia “invernal” en pleno verano .
La nieve caída da motivo para recorrer algunos conceptos del comportamiento atmosférico de la naturaleza, cuando miramos un copo de nieve comprendemos a muchos artistas que han seguido esa pista para diseñar sus creaciones.
La Geometría FractalUn fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas. En latín, desde donde se extrae fractus, significa quebrado o fracturado. Los fractales suelen ser auto semejantes, o sea que una pequeña sección de un fractal puede ser vista como una réplica a menor escala de su totalidad.Un ejemplo de fractal es el “copo de nieve”, lugar geométrico que se obtiene tomando un triángulo equilátero y colocando sucesivos triángulos, de menor tamaño en los lados, cada vez más pequeños. En teoría, el resultado es una figura de superficie finita pero con un perímetro de longitud infinita, y con un número infinito de vértices.
Luego de esta vibración artística, inspirada en la encantadora nevada vespertina, quedamos satisfechos por esta experiencia, muy ansiada para una navegación de esta naturaleza.
Autor: C.U. Alejandro Stero Sellarés / Perito Naval en Navegación y Maniobra.